Está claro que después de hoy yo no podría ser criador.
Aún lo pienso y el corazón me tiembla.
No es lo mismo entregar un cachorro en casa que enviarlo.
Espero que mañana después de recibir las dos llamadas me calme un poco.
Pero Leal y Santa (nuestro Pirata) ya no están.
La cuestión es que hoy los hemos envíado dirección a sus nuevos hogares, Valladolid y Santiago. Allí les esperan por un lado Antonio y por otro Roberto. Sé que estarán cuidados más que bien, pero no me consuela... están demasiado lejos de casa.
Hoy no hay fotos ni más palabras, mañana será otro día.
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